Existen en el cuerpo humano dos formas de obtención de energía: la respiración aeróbica y la anaeróbica, procesos que se distinguen por la presencia y consumo de oxígeno, en el primer caso, y su ausencia, en el segundo.
Con los ejercicios aeróbicos, obligamos al cuerpo a emplear energía mediante el circuito de la oxidación de carbohidratos y grasas, es decir, a través del consumo de oxígeno para emprenderlos o simplemente sostenerlos en el tiempo.
En cambio, los ejercicios anaeróbicos no requieren de oxígeno, ya que acuden a procesos alternativos de obtención de energía, como la fermentación del ácido láctico o el aprovechamiento del ATP (adenosintrifosfato) muscular.
Ambas son importantes, pero si me tengo que decantar por un estilo en particular, mi elección es el ejercicio anaeróbico. Pero a mucha gente no le suele gustar hacer entrenamiento de pesas, porque es doloroso.
Estas consideraciones son vitales a la hora de realizar deportes o ejercitarse, para no exigir al cuerpo más de lo conveniente en cada una de sus fases de obtención energética y poder dirigir el esfuerzo de la manera más idónea posible.
¿Cómo es posible que algo que sea tan doloroso? Pueda ser bueno para nosotros, es como comer brócoli, ciertamente no es tan sabroso como el helado, pero es mucho más beneficioso.
El entrenamiento anaeróbico, es entrenamiento sin oxígeno. El ejercicio anaeróbico se define como de corta duración, el ejercicio de alta intensidad que dura en cualquier lugar con una duración inferior a dos minutos.
Los ejemplos de ejercicio anaeróbico son los que utilizan las fibras musculares de contracción rápida, como saltos y carreras de velocidad. Mediante el uso y el desarrollo de esas fibras, mejoramos nuestra musculatura.
Los principales beneficios que puede aportar a tu salud practicar ejercicio anaeróbico son:
El efecto anaeróbico ocurre en el cuerpo cuando nos esforzamos al 84% o + de la tasa máxima corazón. Cuando entrenamos en este nivel de intensidad para las explosiones cortas de energía, creamos lo que se llama EPOC, o el consumo excesivo de oxígeno tras el ejercicio.
En esencia, el EPOC es un efecto después de quemar las calorías que queman en reposo durante hasta 38 horas después del ejercicio. Este tipo de entrenamiento se puede incorporar tanto en nuestras rutinas de cardio, así como en nuestros programas de fuerza.
Las carreras de velocidad, intervalos de sprint, haciendo sentadillas con salto explosivos son algunas de las formas adecuadas. Los efectos residuales son numerosos: la quema de más calorías en reposo, desarrollo de más fuerza, un uso más eficiente del tiempo, un cuerpo más delgado y definido, y un aumento del VO2 máximo. Y hay incluso estudios que correlacionan el entrenamiento anaeróbico a la pérdida de la grasa del vientre y el aumento de hormona de crecimiento.
Supongo que todo esto, tiene algo que ver con el hecho de que el entrenamiento anaeróbico es duro. Muy duro. No es lo que la gente quiere oír y muchas veces no nos lo suelen decir, ya que es una mejor práctica de negocios decirles a los clientes lo que ellos quieren oír, y así fomentar que practiquen deportes a los que están más dispuestos a practicar. El ejercicio anaeróbico no es así. No es divertido y requiere un esfuerzo monstruoso.
Durante el levantamiento de pesas los músculos operan a máxima capacidad, cumpliendo con la tarea designada durante un intervalo de tiempo breve, pues no se está acudiendo a la respiración para renovar las energías. Esto potencia la fuerza y resistencia muscular, generando hipertrofia.
Este ejercicio muy común es anaeróbico ya que las series de flexiones tienen el cometido de maximizar la potencia muscular y su resistencia a situaciones de fatiga, a través de series cada vez más largas de repeticiones de intensidad.
Este ejercicio se lleva a cabo saltando con ambas piernas sobre un cajón de diferentes alturas, obligando a las piernas a acumular energía y potencia muscular. Es muy frecuente en las rutinas de crossfit.
Se trata de una forma de ejercicio intenso que no implica movimiento, sino conservar la posición muscular durante un período de tiempo breve para producir así un esfuerzo continuado, fomentando la resistencia muscular en ausencia de oxígeno.
Usando el propio cuerpo como peso, estos ejercicios exigen a los músculos de los brazos que acopien la energía suficiente para levantarnos una cantidad repetida y finita de veces, promoviendo así su potencia e hipertrofia, sin acudir durante el esfuerzo a la respiración.
Semejantes a las barras, pero boca abajo, este ejercicio clásico utiliza la gravedad como resistencia a vencer, levantando el propio peso en sesiones breves y rápidas de esfuerzo que aumentan a medida que los músculos ganan potencia.
Tercera de la serie clásica junto a las lagartijas y las abdominales, las sentadillas dejan caer el peso del torso recto y los brazos extendidos (o sobre la nuca) en los muslos, permitiendo que sean ellos quienes realicen el esfuerzo de levantarnos y volver a bajar, intervalo durante el cual no estarán recibiendo oxígeno de la respiración.
Un conocido deporte extremo que suspende la respiración durante un buceo bajo el agua, para lo cual se requiere gran capacidad pulmonar para contener el aliento, pero también de esfuerzo anaeróbico, ya que estando bajo el agua los músculos deberán operar sin insumo de oxígeno.
Te ofrecemos algunos consejos que conviene poner en práctica a la hora de realizar ejercicio de tipo anaeróbico:
Te quiero premiar por haber leído la publicación completamente, y es por eso que te dejo la oportunidad abierta de unirte a mi comunidad privada.
Y no solo eso, además recibirás mi revista "Duplica tú rendimiento diario" con la cual podrás adentrarte en el tema del peso ideal, e iniciar tú proeza de darle un giro a tú vida. Te espero en los comentarios ;) Y comparte este post en tus redes sociales, para ayudarme a difundir el conocimiento.
Con los ejercicios aeróbicos, obligamos al cuerpo a emplear energía mediante el circuito de la oxidación de carbohidratos y grasas, es decir, a través del consumo de oxígeno para emprenderlos o simplemente sostenerlos en el tiempo.
En cambio, los ejercicios anaeróbicos no requieren de oxígeno, ya que acuden a procesos alternativos de obtención de energía, como la fermentación del ácido láctico o el aprovechamiento del ATP (adenosintrifosfato) muscular.
Ambas son importantes, pero si me tengo que decantar por un estilo en particular, mi elección es el ejercicio anaeróbico. Pero a mucha gente no le suele gustar hacer entrenamiento de pesas, porque es doloroso.
Estas consideraciones son vitales a la hora de realizar deportes o ejercitarse, para no exigir al cuerpo más de lo conveniente en cada una de sus fases de obtención energética y poder dirigir el esfuerzo de la manera más idónea posible.
¿Cómo es posible que algo que sea tan doloroso? Pueda ser bueno para nosotros, es como comer brócoli, ciertamente no es tan sabroso como el helado, pero es mucho más beneficioso.
¿Qué es el ejercicio anaeróbico?
El entrenamiento anaeróbico, es entrenamiento sin oxígeno. El ejercicio anaeróbico se define como de corta duración, el ejercicio de alta intensidad que dura en cualquier lugar con una duración inferior a dos minutos.
Los ejemplos de ejercicio anaeróbico son los que utilizan las fibras musculares de contracción rápida, como saltos y carreras de velocidad. Mediante el uso y el desarrollo de esas fibras, mejoramos nuestra musculatura.
Beneficios del ejercicio anaeróbico
Los principales beneficios que puede aportar a tu salud practicar ejercicio anaeróbico son:
- Desarrolla masa muscular y fortalece los músculos.
- Mejora la capacidad para combatir la fatiga.
- Hace trabajar al corazón y al sistema circulatorio e incrementa la cantidad de oxígeno que se puede consumir durante el ejercicio y, por lo tanto, mejora el estado cardio-respiratorio.
- Ayuda a evitar el exceso de grasa y a controlar el peso.
¿Qué hace el ejercicio anaeróbico?
El efecto anaeróbico ocurre en el cuerpo cuando nos esforzamos al 84% o + de la tasa máxima corazón. Cuando entrenamos en este nivel de intensidad para las explosiones cortas de energía, creamos lo que se llama EPOC, o el consumo excesivo de oxígeno tras el ejercicio.
En esencia, el EPOC es un efecto después de quemar las calorías que queman en reposo durante hasta 38 horas después del ejercicio. Este tipo de entrenamiento se puede incorporar tanto en nuestras rutinas de cardio, así como en nuestros programas de fuerza.
Las carreras de velocidad, intervalos de sprint, haciendo sentadillas con salto explosivos son algunas de las formas adecuadas. Los efectos residuales son numerosos: la quema de más calorías en reposo, desarrollo de más fuerza, un uso más eficiente del tiempo, un cuerpo más delgado y definido, y un aumento del VO2 máximo. Y hay incluso estudios que correlacionan el entrenamiento anaeróbico a la pérdida de la grasa del vientre y el aumento de hormona de crecimiento.
Supongo que todo esto, tiene algo que ver con el hecho de que el entrenamiento anaeróbico es duro. Muy duro. No es lo que la gente quiere oír y muchas veces no nos lo suelen decir, ya que es una mejor práctica de negocios decirles a los clientes lo que ellos quieren oír, y así fomentar que practiquen deportes a los que están más dispuestos a practicar. El ejercicio anaeróbico no es así. No es divertido y requiere un esfuerzo monstruoso.
8 Ejemplos de ejercicios anaeróbicos
1) Levantamiento de pesas
.Durante el levantamiento de pesas los músculos operan a máxima capacidad, cumpliendo con la tarea designada durante un intervalo de tiempo breve, pues no se está acudiendo a la respiración para renovar las energías. Esto potencia la fuerza y resistencia muscular, generando hipertrofia.
2) Abdominales
.Este ejercicio muy común es anaeróbico ya que las series de flexiones tienen el cometido de maximizar la potencia muscular y su resistencia a situaciones de fatiga, a través de series cada vez más largas de repeticiones de intensidad.
3) Saltos de box (box jumps).
Este ejercicio se lleva a cabo saltando con ambas piernas sobre un cajón de diferentes alturas, obligando a las piernas a acumular energía y potencia muscular. Es muy frecuente en las rutinas de crossfit.
4) Ejercicio isométrico.
Se trata de una forma de ejercicio intenso que no implica movimiento, sino conservar la posición muscular durante un período de tiempo breve para producir así un esfuerzo continuado, fomentando la resistencia muscular en ausencia de oxígeno.
5) Barras y paralelas.
Usando el propio cuerpo como peso, estos ejercicios exigen a los músculos de los brazos que acopien la energía suficiente para levantarnos una cantidad repetida y finita de veces, promoviendo así su potencia e hipertrofia, sin acudir durante el esfuerzo a la respiración.
6) Flexiones (lagartijas).
Semejantes a las barras, pero boca abajo, este ejercicio clásico utiliza la gravedad como resistencia a vencer, levantando el propio peso en sesiones breves y rápidas de esfuerzo que aumentan a medida que los músculos ganan potencia.
7) Sentadillas.
Tercera de la serie clásica junto a las lagartijas y las abdominales, las sentadillas dejan caer el peso del torso recto y los brazos extendidos (o sobre la nuca) en los muslos, permitiendo que sean ellos quienes realicen el esfuerzo de levantarnos y volver a bajar, intervalo durante el cual no estarán recibiendo oxígeno de la respiración.
8) Apnea o buceo libre.
Un conocido deporte extremo que suspende la respiración durante un buceo bajo el agua, para lo cual se requiere gran capacidad pulmonar para contener el aliento, pero también de esfuerzo anaeróbico, ya que estando bajo el agua los músculos deberán operar sin insumo de oxígeno.
Consejos para practicar ejercicios anaeróbicos
Te ofrecemos algunos consejos que conviene poner en práctica a la hora de realizar ejercicio de tipo anaeróbico:
- Si eres principiante en la práctica de ejercicio, y especialmente si tienes sobrepeso, debes comenzar practicando ejercicios aeróbicos de baja intensidad hasta que adquieras resistencia y un estado físico adecuado.
- Es importante realizarse un reconocimiento médico antes de iniciar entrenamientos intensivos de tipo anaeróbico.
- El ejercicio anaeróbico no es apropiado para embarazadas.
- Cualquier persona que sepa que padece una enfermedad debe también consultar con su médico antes de practicar este tipo de ejercicio.
- Siempre debe realizarse un precalentamiento antes de comenzar cualquier ejercicio anaeróbico.
- Las sesiones deben finalizar con una tanda de estiramientos y relajación.
Te quiero premiar por haber leído la publicación completamente, y es por eso que te dejo la oportunidad abierta de unirte a mi comunidad privada.
Y no solo eso, además recibirás mi revista "Duplica tú rendimiento diario" con la cual podrás adentrarte en el tema del peso ideal, e iniciar tú proeza de darle un giro a tú vida. Te espero en los comentarios ;) Y comparte este post en tus redes sociales, para ayudarme a difundir el conocimiento.
